Ven Espíritu Santo y reúne a tu Iglesia para que nuestra vida se convierta en ofrenda.
Tú fecundas el agua que nos da nueva vida y nos hace cristianos cuando nos purifica.
Tú nos unges por dentro cuando el óleo sagrado al marcar nuestra frente nos confirma cristianos.
Tú consagras la ofrenda hecha de pan y vino para que así sea Cuerpo y Sangre de Cristo.
Tú eres quien santificas la cristiana pareja en que dos se hacen uno como Cristo y la Iglesia.
Tú confortas al hombre dolorido y enfermo para que Dios lo cure por fuera y por dentro.
Tú les das a los hombres que Jesús eligiera corazón de Pastores para amar a tu Iglesia.
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